martes, 28 de octubre de 2008

El ¿capitalismo? que viene

El domingo 26 de octubre, el diario Público arracaba sus páginas con una incógnica, El capitalismo que viene, con un extenso estudio sobre, en su opinión, las causas de esta crisis financiera y posibles soluciones.

Quiero recalcar lo de "en su opinión". Porque, desde luego, no es la mía, y mucho menos las soluciones que plantea. Prácticamente hablan de un sistema económico agotado, cuyo futuro no pasa más que por un profundo y radical cambio.

Es cierto que el sistema económico no es perfecto. Pero resulta ridículo que se ponga como ejemplo de soluciones a países como Argentina o China por el simple hecho de que, ideológicamente hablando, se encuentren cerca de la línea editorial del periódico.

Argentina está tomando medidas, precisamente, porque ha gestionado mal su economía. Si bien con Kirchner se superó el "corralito", ahora están volviendo a tomar medidas que están alejando inversores y que ayudan en muy poco a crear riqueza en Argentina.

De China... mejor ni hablamos. Supongo que se referirán a ciudades como Shanghai o Pekín, donde los sistemas comunista y occidental se mezclan, pero que tampoco ha servido para reducir el número de personas que están por debajo del umbral de la pobreza. Si hablan de zonas rurales, el despropósito es tremendo.

El problema es que, desde este punto de vista, cercano evidentemente al socialismo y superando la socialdemocracia, cualquier cosa que suena a liberal es mala. El capitalismo, que proviene del liberalismo, es malo. Aunque sea algo defendido por la socialdemocracia europea. Algo que no cuestionan gobiernos socialistas como el del Reino Unido.

Lo que da la impresión es que no saben que Adam Smith murió hace ya muchos años. Varios siglos. Incluso Friedrich Hayek está muerto. El liberalismo ha evolucionado, igual que lo hizo el socialismo de Marx hacia posturas más acordes con la realidad. Porque poco tiene que ver Tony Blair con Marx. U Olaf Palme. O, incluso, Felipe González.

Quienes tienen más que ver con Marx son Evo Morales, Chávez o los Castro, todos ellos dirigentes de países que tienen a más de la mitad de su población sumida en la pobreza.

Pero si los conceptos primigenios del socialismo se han superado, ¿por qué se sigue acusando a los liberales de los mismos clichés de hace 200 años?

Es evidente que ningún liberal puede, o mejor dicho podemos, identificarse íntegramente con discursos de hace 2 siglos porque el mundo ha cambiado. Y lo que debemos hacer es expresar firmemente unas ideas que han demostrado conducir a los pueblos a cotas de progreso y bienestar difícilmente alcanzables.

Espero que, para hacer análisis de esta envergadura, periódicos como Público dejen de utilizar tópicos y empiecen a abandonar los recursos fáciles pero falsos sobre el capitalismo o el liberalismo que, salvo para afianzar la moral de quienes piensen así, sirven para muy poco.

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