“Nunca la mentira puede ser la base del periodismo”

Lo aviso: el título no es una idea mía. Aunque la comparta. Se trata del título de un artículo de opinión firmado por Enric Sopena que, a su vez, procede de otro.

Aclaro esto para que nadie se lleve a equívocos. Y también aviso de que hoy voy a hablar de sentimientos personales hacia el periodismo.

Todas las mañanas trato de leer vía internet toda la prensa nacional, ya sean las versiones digitales de periódicos tradicionales como periódicos puramente digitales. Sin duda, hay algunas opiniones o líneas editoriales que me gustan más que otras, pero hay una en contreto que me llena de adrenalina, que me demuestra que todavía queda mucho por lo que luchar para evitar que se imponga el sectarismo emanado de la política. Se trata de la línea editorial de El Plural, el autoproclamado "periódico digital progresista" de Enric Sopena.

Y quiero recalcar la palabra sectario. Porque esa "mentira" de la que habla este señor en el título que antes he citado es la base del periodismo basado en, a lo sumo, medias verdades, un periodismo sensacionalista, que busca irradiar una espiral de sospecha sobre el Partido Popular y justificar toda acción del Gobierno, sin atender a razón alguna.

Y es que Enric Sopena, otrora director del ente público, ha llegado a afirmar que "ha llegado la hora de respaldar al presidente". Acusa a alcaldes democráticos, como Rita Barberá, de "creerse dueña y señora de la ciudad del Turia" y de apoyar el franquismo a políticos como Mayor Oreja. Claro que, en un claro ataque de cinismo, luego acusa al Partido Popular de ser "sepulcros blanqueados" (hay una referencia a Aznar como ex-falangista que me gustaría también ver aplicada a Fernández Bermejo, Fernández de la Vega, Barreda o, sobre todo, Bono) o de usar la estrategia de la "tierra quemada".

Eso sí. Os debo reconocer que le queda muy bien luego criticar al Partido Popular por no apoyar las medidas para la "austeridad" (las comillas no son porque cite a nadie, sino por darle un tono irónico) propuestas por el Gobierno. Y lo hace el mismo señor que llamó farsante a Rajoy porque había congelado el sueldo de los funcionarios en el año 1.997.

Os recomiendo esta lectura. La vitalidad que da es realmente sorprendente. Y, sobre todo, os servirá para reconocer a esos tertulianos en programas del corazón, como Enric Sopena, que creen saber mucho de política, pero tan sólo saben de arreglarle el pesebre a sus amos. Los que lo colocaron en Radio Televisión Española en su época más sectaria. Cuando critican a Carlos Herrera, a la Cope, a Intereconomía, a Veo7... A cualquier medio y lo llaman "franquista", pensad que son personas como Enric Sopena, que basan sus disquisiciones en la mentira y el insulto. Y, si alguien no me cree, a las pruebas me remito.