Mañana toca huelga. No porque la vaya a secundar o la apoye, sino porque los líderes sindicales así lo han decidido.
Y la huelga cuenta con el apoyo de la Zeja (cómo no), de los sindicatos UGT y CC.OO. (de la mayoría los demás, no), de IU y de Izquierda Socialista, corriente interna del PSOE.
Y es ahí donde, bajo mi punto de vista, se puede ver que esta no es una huelga contra el gobierno. Se ha hehco un huelga para empatar con el Gobierno. Y el Gobierno quiere una huelga para empatar con los sindicatos. Para que nadie pierda ni gane. Y es que, en el fondo, todo queda en casa.
Imaginaos la congruencia de una corriente interna del PSOE apoyando una huelga general para protestar contra una reforma laboral que se aprobó con sus votos. O de unos artistas que dicen que la huelga no es contra el Gobierno ni contra un partido.
Imagino que el impacto de la huelga, sobre todo en ciudades medianas y pequeñas como Villarrobledo, no será muy grande, y podrá ir a trabajar quien quiera que, según las encuestas, será la mayoría de la gente. En Madrid o ciudades grandes, la cosa será diferente. Tan sólo pedir coherencia a todo el mundo. Y, sobre todo, que proteste donde y cuando toca. Como hizo el PP: votando en contra de una reforma laboral que no consideramos injusta.
martes, 28 de septiembre de 2010
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1 comentario:
Perdón señor Abraila, pero el PP votó en contra de una reforma no por injusta, sino por corta.
Ustedes quieren una reforma aun más injusta con los trabajadores, con mayores recortes de derechos.
A ver si somos claros y no intentamos engañar a la gente
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